lunes, 21 de julio de 2008

CALUMNIA QUE ALGO QUEDA

El pasado jueves se celebró pleno extraordinario para tratar la resolución del recurso que este grupo municipal presentó en contra del acuerdo tomado por la mayoría del grupo del Partido Popular de cambiar la clasificación del suelo deportivo que rodea a la obra de la constructora Urbana Canet a viario.

Lo realmente importante del pleno no fue el debate sobre este asunto sino la ausencia de debate (la intervención que NO hicimos): Mientras los griegos, inventores de la democracia, la definían como el sistema que hacía posible la exposición y discusión de las diversas ideas de todos, buscando como fin último la verdad, el señor alcalde, que ha demostrado en diversas ocasiones que él a eso de la verdad no le tiene mucho aprecio, no tuvo ningún inconveniente en boicotear la deliberación previa a la votación del único punto del día.

Y no sólo se contentó con dejarnos sin voz en el pleno sino que además tuvimos que aguantar sus malos modos una vez terminado, cuando no tuvo ningún reparo en llevar aparte a Elvira – la portavoz de nuestro grupo - para empezar, a su estilo, el debate que él mismo no había dejado que se celebrara donde realmente se tienen que celebrar: en el pleno del Ayuntamiento. La conversación, por llamarlo de alguna manera, derivó por parte del Señor Alcalde en reprimendas paternalistas, reproches, acusaciones no tan paternalistas y otras afirmaciones de bastante mal gusto y de bastante poca educación. No son precisamente las reflexiones meditadas, ni el poder de intelecto y lógica, ni el debate enriquecedor de ideas ni el “fair play” el fuerte de nuestro alcalde; no, su fuerte es la descalificación soez, la ofensa maliciosa, el insulto y la grosería más chabacana para cualquiera que ose oponerse a él. Sólo hay que recordar con que “dulzuras” nos definió en su programa electoral de las pasadas elecciones locales: los que “no siendo capaces de competir limpiamente con trabajo y honradez, se dedican a romper los focos del castillo, a hacer pintadas por las calles, a quemar el tractor a mi padre, a proferir amenazas o apoyar a una pareja de estafadores profesionales para que denuncien al ayuntamiento con acusaciones falsas”. La catadura y la talla moral de una persona que hace este tipo de declaraciones queda más que demostrada; debería el señor alcalde cambiar su lema de “honrado y trabajador” por aquel mucho más apropiado de “calumnia que algo queda”. El pasado jueves volvió a hacer honor a él.


Descargar artículo en pdf

No hay comentarios: